Jugadores famosos

Los jugadores más famosos que podemos mencionar son:

  1. Norman Leigh
  2. García Pelayo
  3. Harold S. Smith

 

Norman Leigh

Nació en Londres en 1928. De 1946 a 1949 sirvió de intérprete militar. Posteriormente se incorporó al negocio hotelero de su padre. En 1955 comenzó el estudio del mecanismo interno de la ruleta; diez años más tarde organizó y entrenó a un grupo con el que puso en práctica su sistema.

Desde que se impidió su entrada a los casinos franceses se ha dedicado a profundizar en sus otros intereses: la filosofía, historia del Arte y, muy especialmente, la historia de Francia.

Escribió el libro «Trece contra la banca» – Editorial Pomaire, donde se puede leer en la tapa:

¿Un sistema infalible para ganar? ¡siempre que el casino le permita seguir jugando!

Un inglés es expulsado de un casino francés después de haber perdido todo su dinero. Su hijo, un niño pequeño, contempla espantado la humillación del padre. Y esta imagen infantil le perseguirá hasta que inventa un sistema infalible para hacer saltar la Banca de cualquier casino.

Esta es la historia verídica de Norman Leigh y del primer grupo con el que puso en práctica su método. El modo de proceder está explicado simple y detalladamente; pero también tenemos oportunidad de conocer a cada uno de los integrantes de su equipo, de compartir sus preocupaciones, de apasionarnos por la aventura que significa conseguir una progresión, de conocer cómo operan los casinos por dentro y los sistemas defensivos que emplean para impedir que les hagan saltar la Banca.

Desde el aprendizaje, y los primeros ensayos en Inglaterra, hasta el triunfo final del grupo en la Costa Azul, no hay ni un solo momento en el que la lectura no resulte apasionante.

En la actualidad el señor Leigh no puede entrar a ningún casino en Francia, pero, con un sentido del humor muy inglés, ha decidido poner su experiencia a disposición de quien quiera emplearla? ¡mientras se lo permitan!

El método utilizado por Norman Leigh y su equipo de 12 jugadores es el Labouchére Inverso.


García Pelayo

Se cuenta la historia que un buen día se presentó al casino de François Blanc, dueño del casino de Montercalo que hoy en día tiene un prestigio considerable, un español de apellido García. Parece ser que al señor García le gustaba ir a los bancos a probar su sistema, un sistema que inicialmente no levanta sospechas pero que a medida que pasan los días, puede llegar alarmar al casino.

Y así ocurrió en este caso con el casino del señor François Blanc. Al principio el señor García fue tratado como cualquier otro jugador, pero pasaban los días y García siempre ganaba.

Blanc se impacientó y fue colocando personal del casino cerca de la ruleta para observar las apuestas y movimientos del señor García y así, descubrir su sistema.

Era irremediable, las apuestas normalmente bajas se tornaban sin ninguna razón a sumas elevadas y así, un día tras otro García volvía al casino para seguir ganando.

El señor Blanc, ya desesperado, hizo traer a García a su despacho personal. Como anécdota, se cuenta que en la pared de detrás de la silla de Blanc había una frase de oro que decía asi: «Que salga rojo o negro, siempre gana Blanc».

Ya sentado y conversando, Blanc le ofreció a García una suma importante de dinero por el sistema que utilizaba y además con la condición de que le diese su palabra que no iba a utilizarlo más.

Lógicamente García no acepto y dijo algo similar como: «Cualquier cantidad es poca. De todas formas, si no fuera por el obstaculo de los topes de mesa podría ganar la suma que quisiera». A lo que contestó Blanc: «No se preocupe, desde este momento no existirán más los topes de mesa para Ud. señor García».

Blanc no era estúpido. Lo hizo por la sencilla razón de que el señor García no aguantaría la presión de apostar tanto dinero y, tarde o temprano, caería en el error.

A los pocos días regresó García con otra persona. García no fue menos listo que Blanc. El señor García no era quién hacia las apuestas, de forma que él no se ponía nervioso, y la persona que apostaba, tampoco se ponía nerviosa porque no apostaba su dinero. De esta forma, el señor García «apostaba» y evitaba las presiones del dinero.

El error que cometió García fue dejar a esta persona ganar, y él mientras tanto perder todo lo ganado en las mesas de Chemin de Fer. Poco después de lo sucedido, el señor García no volvió a aparecer por el casino de Montecarlo y no se supo más de él.

Años más tarde, se hizo público el sistema por un sobrino que aprendió a jugar con su tio.

Se publicó un nombre titulado «La fabulosa historia de Los Pelayo» y lógicamente está a la venta en cualquier librería.

Su ISBN es 84-01-37855-9 y la Editorial es Plaza&Janes.

portada_libro


Harold S. Smith

Otro jugador famoso de la ruleta fue Harold Smith. Ocurrió a principios de la década de los ’60 cuando saltaron a la fama las grandes apuestas que hacia este señor. Una de las apuestas más alocadas que llegó a hacer fue apostar un casino entero a un solo giro de la rueda de la ruleta.

«De tal palo, tal astilla” es en el caso de Harold especialmente cierto. En los años 1930, su padre y su hermano Raymond, operaban juegos de ruleta a lo largo de la costa de California y en poblaciones como Rio Nido. Cuando, algunos años más tarde, ellos fueron arrestados, había un solo lugar al cual ellos podían escapar: Reno, Nevada. Por aquellos días, si bien el juego en Nevada era legal, no estaba desarrollado, así es que la familia aprovechó el momento y estableció el casino “Haroldo Club”. Los esfuerzos promocionales valieron la pena y el club se convirtió en el más famoso y exitoso del mundo.

Según Harold, el éxito de cualquier juego se haya en el estado de ánimo del jugador al sentarse en la mesa del juego. Para los grandes apostadores que necesitan mucha confianza para ganar, esto es absolutamente una obligación. Los jugadores deben ser capaces de entrenar sus mentes para el triunfo e implantar esa idea muy profundamente dentro de su cerebro.